Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) han descubierto que uno de los genes que aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de páncreas también controla la inflamación en el tejido normal. El trabajo acaba de publicarse en la revista Nature.

En el tejido sano, la célula cuenta con mecanismos específicos de control que suprimen la inflamación, que actúa como “un mecanismo de defensa que la célula mantiene inactivado a menos que le haga falta”, afirma Paco Real (en la foto), jefe del Grupo de Carcinogénesis Epitelial del CNIO y catedrático de la Universidad Pompeu Fabra.

En otros estudios ya se había observado que cuando se elimina el mecanismo que suprime la inflamación en las células pancreáticas, el tejido se vuelve más propenso a desarrollar un cáncer inducido por mutaciones en el gen KRAS. Y esto encaja con lo que se observa en la práctica clínica: el cáncer de páncreas ocurre con frecuencia en pacientes con predisposición genética, mutaciones en el gen KRAS y con pancreatitis –una inflamación del páncreas.

Detectar los estadios iniciales de la inflamación permitiría disponer de señales de alerta. Pero para eso es necesario poder detectar esas señales en un análisis de sangre: “No se puede biopsiar el páncreas como otros tejidos más fácilmente accesibles; vamos a tratar de detectar el estado preinflamatorio en sangre”, dice Real.