A pesar de los estudios sobre los efectos beneficiosos del consumo de chocolate los resultados no son concluyentes y, hoy por hoy, es dudoso afirmar que su consumo ayude a prevenir las enfermedades cardiovasculares.

Esta es la conclusión de la evaluación de las pruebas científicas sobre los efectos del chocolate en la salud cardiovascular realizada por Nutrimedia, proyecto del Observatorio de la Comunicación Científica de la Universidad Pompeu Fabra (OCC-UPF) que analiza mensajes sobre alimentación y salud.

Evaluación de Nutrimedia

El grado de confianza que merecen los resultados de las investigaciones realizadas es muy bajo porque la mayoría de los estudios son observacionales, los cuales ofrecen en general poco grado de certeza. Además, hay dificultades para estimar con precisión cuánto chocolate ha consumido la población estudiada. Finalmente, existe un evidente riesgo de que los resultados estén sesgados, pues la mayoría de los estudios sobre chocolate y salud están financiados por la industria alimentaria.

El chocolate está considerado popularmente como un superalimento, a pesar de que en 2007 la Unión Europea limitó el uso del término a la existencia de una alegación de salud específica, autorizada y basada en la evidencia científica. Sus supuestos efectos beneficiosos se derivarían de los flavanoles que contiene el chocolate, sobre todo el negro y el cacao puro. Estos compuestos antioxidantes parecen tener un efecto reductor de la presión arterial, un conocido factor de riesgo de las enfermedades cardiovasculares.

Sin embargo, los estudios que asocian el consumo de chocolate con un menor riesgo de mortalidad cardiovascular y enfermedades cardiovasculares (infartos e ictus), y con una ligera y breve reducción de la presión arterial, ofrecen resultados poco fiables y no es posible concluir nada. Por tanto, cualquier afirmación que se haga en nombre de la ciencia sobre los beneficios del chocolate sobre la salud cardiovascular carece de fundamento científico sólido.